De repente, la primavera empieza con una buena nevada. Nuestras básculas para colmenas recogen el peso de la nieve y también la evolución del consumo interno en condiciones de tanto frío. Así hemos monitorizado el temporal con las balanzas inteligentes de HiveWatch
El 30 de marzo por la noche empezó a nevar y lo ha hecho durante los primeros días de abril de forma notable, con espesores de hasta 20 centímetros y un importante temporal de frío, lluvia y nieve provocado por la borrasca Ciril.
Es verdad que en estas fechas ya es poco frecuente que nieve en Liébana, pero no es algo tan raro y hay registros de nevadas en mayo e incluso en junio. Esta vez, la nieve llegó a las cotas más bajas de los valles, con una importante nevada en Potes y una gran acumulación en las zonas más altas, donde tenemos las colmenas.
Y, rápidamente, nos hemos puesto a consultar la aplicación móvil de las balanzas inteligentes de HiveWatch para ver el efecto de la nieve sobre las colonias. Hay que tener en cuenta que la primavera estaba ya avanzada y que las colmenas estaban llenas de cría, una circunstancia complicada, porque si el temporal se alarga mucho, puede haber problemas importantes. No en vano, hay un dicho lebaniego que dice que “la abeja y la oveja en abril tiran la pelleja”.
Kilos de nieve
Si analizamos la curva de evolución del peso de las colmenas podemos ver el impacto de la nieve. Las colonias venían ganando peso con el buen tiempo de las semanas previa, pero sabíamos que llegaba el temporal, así que les dimos un poco de alimento para prepararlas. Es la subida que se aprecia el día 28 de marzo. Después, entre el 31 de marzo y el 1 de abril el peso se dispara. Lógicamente, no es por la entrada de néctar, sino por la nieve acumulada sobre las colmenas. En esta imagen se puede ver cómo la colmena pasa de unos 39 kilos a 42 kilos en la noche del 1 al 2 de abril.
Ese patrón se repite durante dos días más, con las tres nevadas importantes que han caído. Después, el peso de la colmena ya se estabiliza con tendencia a la baja, lo que indica que hay un fuerte consumo de reservas.
Si comparamos la evolución del peso con la curva de la temperatura, vemos cómo hay una relación directa entre el frío y el peso. A medida que baja la temperatura, aumenta el peso de la nieve. Después, cuando sube el calor durante el día, se va la nieve, para volver a acumularse por la tarde-noche, con la consiguiente bajada de temperatura.
Peligro para las colmenas
Estos temporales tardíos dejan imágenes muy bonitas, pero también mucho peligro en los colmenares. Las abejas vienen de un invierno suave y han adelantado mucho: hay mucha cría en los panales y no tantas reservas de comida.
La cría necesita una gran cantidad de reservas. Por un lado, para su propio alimento. Por otro, se consume mucha miel para mantener el calor interior. Si el temporal se prolonga mucho tiempo, las abejas pierden rápidamente sus reservas de polen y miel. Tenemos que estar muy pendientes de las balanzas digitales para detectar una caída fuerte en el peso. Si eso sucede, tendremos que acudir al rescate con alimentación de emergencia.
Por suerte, con las básculas inteligentes de HiveWatch tenemos más información y sabemos qué está pasando en todo momento en las colmenas de Miel Colmenares de Vendejo. ¡Os contaremos más!